"Lo único que se acerca a Kobe en L.A. es la Virgen María"
Patrick Green charla con AS sobre Sincelery Los Angeles, un documental en el que repasa el legado de Kobe a través de los murales que llenaron las calles tras su fallecimiento.
La pregunta la hace el cineasta Patrick Green en un momento de Sincerely Los Angeles, su particular carta para Kobe Bryant; una suerte de homenaje, guía sobre cómo convertir en productivo el dolor del duelo y, por qué no, cápsula del tiempo que acabará conteniendo inevitablemente la amargura y el espanto con los que vivimos el año 2020 y las formas que fuimos encontrando para, sencillamente, seguir adelante. 2020, el año de la gran pandemia de nuestro tiempo y el año de la muerte de Kobe Bryant, su hija Gianna (con 13 años) y otras siete personas. Fue un 26 de enero en accidente de helicóptero en Calabasas (California).
Sincerely Los Angeles es Kobe sin Kobe, la vida después del referente en una ciudad, Los Ángeles, que en su verdadero núcleo es muy distinta a lo que los sueños de neón de Hollywood han convertido en una interminable industria del entretenimiento. Los Ángeles es una tierra dura y auténtica, la ciudad de los Lakers y finalmente la de Kobe, que nació en Philadelphia y creció en Italia pero se hizo inmortal en California. Este no es un documental sobre Kobe Bryant sino sobre qué y quién era Kobe para nosotros. En este caso, para la gente de Los Ángeles, finalmente su gente. Y, es el hilo conductor, sobre la aparición espontánea de murales por toda L.A., un clamor silencioso de homenaje, una manera de recordar y avanzar a medio camino entre el luto y el tributo. Por qué el formato mural, por qué en esos barrios tan alejados de Hollywood, por qué en calles en las que la gente quiere ver a Kobe en cuanto se levanta o justo antes de acostarse.