El Barça es de leyenda
El equipo catalán asalta el Olimpo europeo tras darse un festín en la primera parte ante el Chelsea. Las azulgranas hacen historia con su primera Champions.
Esta vez sí, pensaron las jugadoras del Barça. Y esta vez sí dieron el gran salto para la historia, reivindicándose en todas sus líneas con un nivel imponente y más que destacable. El conjunto catalán llegó a la final de la Champions con cara de campeón y no se quitó la mascara al saltar al campo. Las jugadoras culés se lo creyeron, se gustaron y sumaron el primer e histórico título de la Champions femenina.
No hay quien para a este increíble equipo, que crece a pasos agigantados alzando el ADN azulgrana en su máximo esplendor. Con él, las culés se permiten noches mágicas como la que se vivió en el Gamla Ullevi de Gotemburgo. El Barça brilló como los grandes y se desquitó de un peso que ha durado dos años. Se enterró el 4-1 de la primera final en 2019. Ahora, el rodillo fue el Barça, que firmó un inicio fulminante de partido y que tomó el papel de Lyon, al que releva en el palmarés europeo. Y estarán temerosas en Francia, puesto que su sustituto ha subido el listón.
El equipo de Lluís Cortés salió tan convencido de que esta era su oportunidad, su momento, que sólo hubo que esperar 34 segundos para que las azulgranas se adelantaran en el marcador. Fue este el tiempo que tardó el Barça en tumbar al Chelsea en la final europea. Martens avisó con un tiro al travesaño y su rechace fue para una Hansen cuyo centro al área se fue envenenando hasta acabar en la red tras golpear en Leupolz. Intentó demostrar el Chelsea su poderío, en un intento de justificar que no eran tan inferiores como se mostraban ante el juego tan vistoso y combinativo del Barça.
Sin embargo, la realidad pesa más que cualquier intención, por buena que sea. Harder la tuvo en sus botas poco después del 0-1, pero el equipo azulgrana se mantuvo más que firme. Y siguió como toro a su objetivo, donde tomó protagonismo Leupolz. Del infortunio al desacierto. La alemana dejó en bandeja el segundo para las culés tras derribar a Jenni Hermoso en el área y provocar un penalti. La madrileña, que esperaba de espaldas un balón abrillantado en una jugada de estilo de Graham Hansen y Martens, supo estar donde y cuando tenía que estar. Así es Jenni, que no marcó y ayudó a hacerlo. Sus botas son más que las de una goleadora que acaba de hacer historia al ser la primera pichichi española en la Champions.